sábado, 27 de diciembre de 2008

CIEN AÑOS DE GEORGETTE, LA MUJER QUE PRESERVÓ EL LEGADO DE VALLEJO




La francesa Georgette Philippart tenía sólo 30 años cuando se quedó viuda, pero preservó para la posteridad una de las obras literarias mas importantes escritas en español: el legado de su marido, el poeta peruano César Vallejo.
Sin embargo, esta mujer nacida hace cien años debió sufrir mil penurias, y su lucha tenaz, incluso furiosa, por proteger el legado del autor de "Poemas Humanos" y "España, aparte de mí este cáliz", quedó casi en el olvido o fue denostada.
Esa trayectoria vital ha sido rescatada ahora por el investigador peruano Miguel Pachas Almeyda en su libro "Georgette Vallejo, al fin de la batalla".
Publicado en Lima con prólogo testimonial del psiquiatra Max Silva Tuesta, uno de los mejores amigos de Georgette en Perú, el libro de Pachas Almeyda detalla los pormenores del amor intenso y militante (ambos fueron comunistas) que Vallejo encontró en Francia.
Cuando el poeta murió, en 1938, en París, fue enterrado en el cementerio de Montrouge, para luego ser trasladado a iniciativa de su viuda a Montparnasse, donde su tumba, muy cercana al cenotafio de Baudelaire, es una de las más visitadas.
En entrevista con Efe, Pachas Almeyda lamentó que Philippart permanezca injustamente olvidada y dijo que los peruanos le deben gratitud por haber preservado la obra del también autor de "Los heraldos negros" y "Trilce".
"Creo que Georgette merece estar al lado del poeta, no detrás de un gran hombre, sino al lado", enfatizó.
Philippart, que tenía 17 años cuando conoció a Vallejo, rescató los originales de las obras de su marido abandonados en la embajada peruana en París durante los bombardeos de los alemanes en la Segunda Guerra Mundial.
Luego llegó a Perú en 1951 para defender la integridad del legado de su esposo con un ardor que le granjeó la enemistad de muchos estudiosos y especialistas, entre ellos el español Juan Larrea, considerado por muchos el primer "vallejólogo".
Las constantes críticas, que incluían acusaciones de destrucción de manuscritos, manipulación de los contenidos, modificación de las fechas e incluso "incapacidad" para hacer un trabajo a la altura del poeta, la llevaron a catalogar a sus detractores de "hampa letrada".
"Creo que en Perú somos unas personas que entramos un poco con la hipocresía, no somos transparentes, no somos claros; aunque es cierto que el término es un poco fuerte, eso no implica que no sea verdad", remarcó Pachas Almeyda al evocar a la esposa de Vallejo.
Resaltó que ella publicó, junto al historiador peruano Raúl Porras, la primera edición de "Poemas humanos", en 1939, y luego, en la década de los años sesenta, se encargó de la edición en Lima de la poesía completa de Vallejo, con copias facsimilares.
"Ella publica estas obras póstumas, pero no quiere que esto quede ahí, porque todavía tiene que defender la pureza radical de la poesía de Vallejo, tuvo que luchar mucho para que esta obra sea fidedigna, que no sea tergiversada por los estudiosos", destacó.
Por ese motivo, el entusiasta defensor de Georgette, no quiere que su reivindicación quede sólo en el plano literario.
Ha iniciado, junto con el reconocido pintor peruano Fernando de Szyszlo una campaña para pedir que sus restos, enterrados en el cementerio limeño de La Planicie, sean trasladados a Montparnasse, junto a los de su esposo.
Philippart murió en 1984 y sus admiradores peruanos consideran que debería descansar junto al hombre al que consagró su vida.
La iniciativa se formalizará en los próximos días, con el envío de una carta al embajador de Perú en París, el escritor y diplomático Harry Belevan, al que solicitarán un informe sobre la posibilidad de repatriar los restos.
"El mejor reconocimiento que le podría hacer el Estado peruano a esta gran mujer sería buscar fórmulas para llevarla a Montparnasse en París", concluyó el investigador.

DIARIO MADRID 19-12-2008. EFE David Blanco.

INTELECTUALES PEDIRAN QUE ESPOSA DE VALLEJO SEA ENTERRADA JUNTO AL POETA





El pintor peruano Fernando de Szyszlo y el investigador Miguel Pachas pedirán que los restos mortales de Georgette Philippart, la esposa del poeta César Vallejo, sean enterrados en el cementerio parisino de Montparnasse, junto a los de su célebre esposo.

Pachas Almeyda informó hoy a Efe de que la iniciativa la ha planteado De Szyszlo y se formalizará en los próximos días, con el envío de una carta a la Embajada de Francia en Lima.

El investigador, que ha publicado el libro 'Georgette Vallejo, al fin de la batalla', añadió que solicitarán a la legación francesa un informe sobre la posibilidad de repatriar los restos.

'Es el primer paso que estamos elaborando en estos días', explicó para después recordar que en enero pasado se cumplió el primer centenario del nacimiento de la esposa del autor de 'Poemas humanos' y 'España, aparta de mí este cáliz'.

Vallejo, quien murió en París en 1938 y fue enterrado en el cementerio de Montrouge, fue luego trasladado a iniciativa de su viuda a Montparnasse, donde su tumba, muy cercana a la de Baudelaire, es una de las más visitadas.

Pachas Almeyda consideró que 'mientras más personas intervengan en esta petición sería mucho mejor' y que si se logra reunir sus restos con los del poeta 'sería una forma de reivindicar' la memoria de Philippart.

'El mejor reconocimiento que le podría hacer el Estado peruano a esta gran mujer sería buscar fórmulas para llevarla a Montparnasse, en París', señaló.

Georgette Philippart, quien murió en 1984, está enterrada en el cementerio de La Planicie de Lima, aunque sus admiradores peruanos consideran que debería descansar junto al hombre que amó desde los 17 años y cuya obra preservó y difundió a lo largo de su vida.

Pachas Almeyda lamentó que Philippart permanezca injustamente olvidada y dijo que los peruanos le deben gratitud por haber preservado la obra del escritor.

Recordó que ella rescató los originales de las obras de su marido abandonados en la embajada peruana en París durante los bombardeos de los alemanes en la Segunda Guerra Mundial.

Esta mujer, que quedó viuda a los 30 años, llegó a Perú en 1951 para defender la integridad de la obra de su esposo con un ardor que le granjeó la enemistad de muchos estudiosos y especialistas.

'No solamente cumplió una labor de editora, sino de una persona que defendió la pureza de la obra', señaló el investigador.

'Creo que Georgette merece estar al lado del poeta, no detrás de un gran hombre, sino al lado de un gran hombre', concluyó.
Terra Actualidad - EFE David Blanco.

sábado, 25 de octubre de 2008

PEDRO GRANADOS EN TIEMPO REAL





“Poseer una conciencia laxa va a crearte numerosos problemas”
PEDRO GRANADOS

La poesía de Pedro Granados denota una clara influencia vallejiana, trasluciendo en sus versos aquella variopinta realidad de deslinde con el status quo de una poesía peruana en especial ─y latinoamericana─ deslucida por no decir decadente, sin rumbos y lo que es peor, divorciado de la cruenta realidad que aprisiona los más elementales derechos del hombre y de los pueblos: una autentica libertad y equidad en la administración de justicia.

La poesía de Granados no es solo el canto a la rebeldía de aquella situación mencionada y consabida, sino que se vislumbra como una poética vanguardista, emergente y apuntalador de los últimos tiempos en nuestro país; estilo y calidad poética que es conocida en extramuros y desconocida aún en el Perú, a causa y consecuencia de este sistema imperante lleno de mezquindades y egoísmo que subsiste en nuestra intelectualidad.

Es que el vallejismo granadino pareciera tomar muy en cuenta algunos postulados del autor de Los heraldos negros cuando magnánimo nos dice:

“Hacedores de símbolos, presentaos desnudos ante el público y solo entonces aceptaré vuestros pantalones /Hacedores de imágenes, devolver la palabra a los hombres…”
Pedro Granados intenta y con éxito, ubicar la poesía al servicio del hombre, traduciendo sentimiento, emociones y esperanzas a partir de su realidad, de nuestra realidad tal cual, cruda y lacerante, sin maquillarla o llenarla de vanos trasfondos románticos. A continuación sus inspiraciones encontradas en su novela En tiempo real.
No hables.
Mira como las cosas a tu alrededor se
pudren.
Confía solo en los niños y los animales
y de los ancianos aprende el miedo de haber
vivido demasiado.
A tus contemporáneos pregunta solo cosas
prácticas
y comparte con ellos tus fracasos, tus
enfermedades
tus angustias, pero nunca tus éxitos.

De tus hermanos ama al que está lejos
y teme al que vive cerca.
A tus padres nunca preguntes por su pasado
ni trates de aclarar con ellos tu niñez y
juventud.

Con tu patrón no hables, escríbele y nunca le
cuentes
tus planes futuros y miéntele respecto a tu
pasado.

Ama a tu mujer hasta donde ella lo permita
y si llegas a tener hijos, piensa que,
como en los juegos de azar,
podrás ganar o perder.

El destino no existe.
Eres tú tu destino.

Y si llegas a la vejez
da gracias al cielo por haber vivido largo
tiempo,
pero implora con resignación por tu pronta
muerte.

Los que no tenemos dinero ni poder
valemos menos que un caballo,
un perro,
un pájaro o una luna llena.

Los que no tenemos dinero ni poder
siempre hemos callado para poder vivir
largos años.

Los que no tenemos dinero ni poder
llegados a los cuarenta
debemos vivir en silencio
en absoluta soledad.

Así lo entendieron los antiguos,
así lo certifica el presente.

Quien no pudo cambiar su país
antes de cumplir la cuarta década,
está condenado a pagar su cobardía por el
resto
de sus días.

Los héroes siempre murieron jóvenes.
No te cuentes, entre ellos,
y termina tus días
haciendo el cínico papel de un hombre sabio.

Adagios y figuras convencionales que rescata el poeta, de aquel consensus general y popular, que con caminar silencioso se opta por generaciones: ¡Está prohibido hablar de éxitos! ¡Está prohibido hablar de verdades! ¡Está prohibido hablar de diferencias sociales!...Es el poeta que conoce el mundo y hace evidente su proclama, su lucha, su voz reivindicativa: el derecho a decir la verdad; como enunciara Joaquín Rico: “Conoce el poeta al mundo, y nace de ese encuentro la palabra”.

Una vez más he sido
humillado.
Por enésima vez
han descargado sobre mí
el poder.
Un hombre se ha portado
como una institución
y me ha condenado al exilio.
Dentro de una institución
en la que nada más he sembrado
la duda asistemática
y el rechazo de todas las instituciones.
Pero todo de un modo cool, casual,
imperceptible como casi mi propia vida.
“Poseer una conciencia laxa
va a crearte numeroso problemas”
Como bien dijo el padre de mi colegio.
Igualito a como dijo, mi propio padre,
Pero de mí sobresaltada soberbia.
Exhibo mis defectos
para poner de relieve mis virtudes.
Pero esto ya no va más. En realidad
Soy muy malo. Aunque
no deje de parecerme un nombre cualquiera.
Un epíteto acaso: Malo. Malo. ¿Malo?
Loma, mejor, y mucho más discreto.
Loma nomás. Aunque harto humillado.

Algunos analistas consideran la rebeldía en Pedro Granados como su centro de gravedad, en verdad, tienen mucha razón. Su inconformidad emerge ante el sistema y su voz poética trasunta aquel sentimiento lejano pero persistente de un Vallejo exiliado, trasterrado –según sus propios términos-Es que el poeta ha vivido muchos años en el exterior, lares, en que desarrolló una genuina, sui generis e innovadora creación poética. Sin embargo, el caminar por al mundo alejado de sus raíces, de sus referentes, lo hace sentir como un exiliado ; a tal punto que escribe “El más grande amor nacido del desamparo, de la orfandad de ser peruano y huérfano”.

…Ser peruano en cualquier parte del mundo es imposible.
Ser peruano huaco y católico, cachero y manatí. Ser peruano brujo.
Porque harto han andado la disuasión y el poder, por un lado;
Y harto han andado la miseria y la pena, por el otro.
Nos hemos visto y olido y palpado
Por gusto.

Al respecto enfatiza en una entrevista con Juan Javier Rivera Andía: “Existe una forma de vivir y morir a la peruana que no encaja con los estándares internacionales y que, en parte nuestros sucesivos malos gobiernos, nos han obligado sistemáticamente a aceptar. Y pareciera ser que este lavado de cabeza quisiera alcanzarte vayas donde vayas, en cualquier rincón del universo…”.

Existen múltiples maneras para ligar la corriente vallejiana en la poesía granadina, he aquí el primero, en el que destaca su acendrado metal indentitario.

Hagan una cerámica
De nuestros cuerpos
Los nuevos habitantes
de este país
somos nazca o mochicas
en nuestros movimientos
Aún no estamos enterrados
Continuemos.

Y la segunda, trasluce el amor fraternal, al hermano, cual hermano Miguel…

Cada vez me parezco más a mi hermano…
Cierta timidez esencial nos iguala
Cierta desenfocada imagen que se lleva el viento…
Nos unen muchos rasgos comunes
Una suerte de aprehensión en el rostro
Cierta manera de lucir los dientes…
Así es mi hermano,
Así soy yo…
En ese rincón de sobrevivientes
que es el Perú.


No puedo evitar anotar un comentario respecto a Vallejo cuando afirma: “A Vallejo no lo define su melancolía, sino sobre todo su futuridad; aunque ésta no es la del marxismo─leninismo a secas, tal como desde hace años atiza una terca legión de vallejólogos. La clave de Vallejo son precisamente sus heterodoxias: a Marx, a Darwin, a Freud, a Cristo; más una sutil vinculación ─dual y solar─ con el mundo andino”

Hago un alto en esta parte importante, pues considero que Pedro Granados se constituye en un referente principal de innovadoras visiones y ópticas del autor de Trilce, tal como podemos constatar en su obra Poéticas y utopías en la poesía de César Vallejo. Por tanto, los axiomas de Mario Benedetti y Thomas Merton, constituyen la base angular en el estudio de la obra vallejiana, sin embargo, la óptica de Granados es paso esencial en el proceso in evolution de tan magistral obra.

He aquí la esencia de la poesía de Granados, quien afirma, con sentido filosófico, que “la poesía es como un gran salto al vacío con paracaídas, un acontecimiento y un poder transitorio; no en un escribir sobre algo. Escribe sobre algo ─refiere el poeta─ los escritores, los que, a veces también por puro azar de la coincidencia son poetas”.

Y para finalizar, admiremos el siguiente poema:

¿Qué tan profundo es el océano?
¿Qué tan altas las estrellas?
¿Cuántas rosas traes contigo ahora?
¿Cuánto es lo que, esta vez, he de llorar?
Canta Billy. Tú recoges
la aproximas como una manta
para cubrirte
Aunque el frío sea interior.
Y también el temor.
Anoche visité un poeta
En su lecho de enfermo.
Me dice que pudo escribir Hospital.
Que si no hubiese ido allí
No hubiera podido escribir aquello…

Miguel Pachas Almeyda almeyda560@hotmail.com 24-10- 08.

JEAN-MARIE LE CLÉZIO, PREMIO NOBEL DE LITERATURA 2008



"Escribir no es sólo estar sentado en tu mesa contigo mismo, es escuchar el ruido del mundo"
JEAN-MARIE LE CLÉZIO.

Oh, pez, pececillo dorado, ¡ten mucho cuidado!
Son muchas las redes y trampas que te
tiende este mundo.

Así inicia una de sus grandes obras, El pez dorado (1999), uno de los últimos escritores galardonados por la Academia Sueca con el Premio Nobel de Literatura 2008, el francés Jean-Marie Gustave Le Clézio.

Para la Academia, Le Clézio merece ser erigido como el escritor más importante del año, porque es un "Novelista de la ruptura, de la aventura poética y de la sensualidad extasiada, investigador de una humanidad fuera y debajo de la civilización reinante".

Esto implica ─según datos que he logrado obtener─ rescata en esencia a través de sus obras, al hombre más allá de la cultura reinante, es decir que a pesar de la desastrosas etapas colonizadoras ─véase en Latinoamérica─ las magnificentes culturas indígenas jamás fueron destruidos, es más, sobreviven con la fortaleza de la sangre indígena.

Respecto a los indígenas americanos, refiere: “¿Por qué no los escuchamos? […] Yo tengo ganas de escucharlos”.

Me parece, además, importante señalar una cruda realidad descrita por Le Clézio, en cuanto a las grandes dificultades que tienen que pasar los escritores que recién se inician es este hermoso mundo de las letras, realidad-obstáculos, difícil, por la que atravesamos en nuestro país; cuando afirma que su discurso para recibir el Nobel, debería versar sobre: “las dificultades que tienen los jóvenes para que les publiquen, o las que tiene un autor que escribe en lengua criolla para traducir su pensamiento al francés y encontrar un editor fuera de su isla”.

Es muy probable que exista una disconformidad sobre la entrega de un premio tan importante como lo es el Nobel, a un escritor que poco se conoce, diría escasamente, al menos en nuestro país. Sin embargo, me permito opinar que no es necesario premiar y/o reconocer a un escritor solo tomando como base sus múltiples publicaciones o que posea una fama de tal, que lo haga merecedor. Los reconocimiento deben hacerse por la calidad de sus obras, que tengan relación con los más grandes ideales del hombre, de la humanidad misma, cuyo mensaje esperanzador se convierta en una proclama, en un llamado a recuperar lo trascendente de nuestras culturas ancestrales, que a pesar del yugo colonial, que trajo consigo la horrenda consigna de desaparecer lo más preciado de un pueblo, pues aquellas, sus costumbres, su filosofía, sus ideales, jamás fueron destruidos; contrariamente, en el camino, en el reencuentro con el mismo hombre, florecerán cual silvestre retama.

El escritor galo posee una meteórica producción literaria, veamos:

Su primera novela Le procès verbal, (El atestado, 1964), obtuvo el prestigioso premio Renaudot, La fiebre (1965), El diluvio (1966), Terra amata (1967) y El libro de las huídas (1969). En 1980, recibe el premio de la Academia Francesa por Désert (Desierto), un evocador relato del contraste entre la grandiosidad de las culturas perdidas del norte de África y la mirada de los inmigrantes indeseados en Europa. En 1994 una encuesta le señala como el mejor escritor francés vivo. (1)


Con él, suman 14 los escritores de nacionalidad francesa que obtienen el más alto galardón de las Letras. A sus 68 años, el escritor recibirá un cheque de 10 millones de coronas suecas (1,02 millones de euros), el 10 de diciembre en Estocolmo.

Para finalizar, encuentro en Le Clezio, al hombre por antonomasia, un tejedor del mismo espíritu de la humanidad, un discípulo innegable de nuestro gran César Vallejo y de José María Arguedas.

(1) El francés Jean-Marie Le Clézio, Nobel de Literatura. El País.com

viernes, 15 de agosto de 2008


Walter Palacios Vinces, emerge cual ave fénix y escribe el presente artículo muy peculiar a su personaLidad, es decir, directo y sin medias tintas. Escribe respecto a la priviligiada situación del reo Fujimori quien es tratado con manos de seda por las actuales autoridades gubernamentales, a diferencia de muchos que se encuentran en su misma condición.

Sin duda, Palacios Vinces -quien ha sufrido injustamente persecución y cárcel por sus ideales al inicio del gobierno del dictador chinochet y que posteriormente determinó su exilio de 8 años en México- nos hace ver objetivamente aquellos privilegios del que goza el dictador japonés y espera-así como todos los peruanos-una sentencia ejemplar de la justicia peruana.
Permítanme transcribir in extenso el mencionado artículo.


jueves 14 de agosto de 2008


NADA PERSONAL, INGENIERO FUJIMORI



Walter Palacios Vinces



En octubre de 1998, poco después de la detención de Augusto Pinochet, en Londres, el reconocido periodista y literato salvadoreño-mexicano Pedro Miguel, publicó en La Jornada de México un artículo titulado Nada Personal referido a la captura del dictador chileno. Ahora que Alberto Fujimori sigue preso y procesado en Lima, no resisto la tentación de hacer una paráfrasis de su excelente artículo periodístico.

Hasta ahora continúa usted en la cárcel, ingeniero Fujimori. No importa que no se encuentre recluido en un penal de máxima seguridad para delincuentes peligrosos donde debería estar. No importa que pueda ser absuelto o condenado, benévolamente, a una pena mínima debido a sus pactos con el oficialismo. No importa. Lo que interesa es que usted está preso y en el banquillo de los acusados y que su pasada arrogancia de poderoso dictador se desdibuja cada vez que se presenta ante el tribunal gritando y gesticulando teatralmente, otras veces dormitando o riéndose en forma descarada.

No es nada personal, ingeniero Fujimori. No es que quiera desquitarme después de haber sufrido en carne propia persecución, exilio y encarcelamiento durante su gobierno y los regímenes que le sucedieron. No es revanchismo por haber bregado durante dieciséis años para que, en tres largos procesos penales, se me absuelva en todas las instancias judiciales, incluyendo la Corte Suprema, de las acusaciones de traición a la patria y terrorismo que me hicieran sus servicios de inteligencia, sus policías, fiscales y jueces corruptos. Repito, no es nada personal. Es, más bien, una sensación de alivio verlo finalmente preso y compareciendo ante tribunales de justicia.

Pero también es importante que a usted, ingeniero Fujimori, no lo hayan tratado mal. Fue detenido por la Interpol en Chile, extraditado y conducido a prisión en Perú, sin que le pongan grilletes en pies y manos, sin haberlo llevado a los sótanos del Palacio de Justicia para ficharlo y fotografiarlo con un número en el pecho. Es bueno que no lo hayan golpeado ni humillado. Que no le hayan puesto un traje a rayas y exhibido ante la prensa y opinión pública en una jaula con barrotes como se hizo durante su gobierno con centenares de presos políticos que no habían sido sentenciados, algunos de los cuales eran inocentes mientras que otros, es verdad, cometieron muchos crímenes en acciones terroristas pero que, como personas, tenían derecho a recibir un trato humano, digno.

Es bueno que el Tribunal que lo juzga le otorgue las garantías procesales y respete su derecho de defensa dentro de un debido proceso. Que no lo juzguen, como se hacía durante su gobierno, jueces militares y civiles anónimos, sin rostro, que en parodias de juicios expedían sentencias a cadena perpetua y a largos años de prisión en menos de cuarentiocho horas.

Es bueno que no lo hayan torturado, ingeniero Fujimori. Que no lo hayan privado del sueño, del agua y la comida durante largos días. Que no lo hayan sometido a interrogatorios "científicos". Que no le hayan sumergido la cabeza en un cilindro de agua sucia, con orines y excrementos ni lo hayan colgado de las muñecas esposadas por la espalda. Que no le hayan aplicado descargas eléctricas en los testículos ni hayan apagado cigarrillos en la piel de su cuerpo.

Es bueno que no lo hayan violado. Que no le hayan quebrado los huesos. Que no lo hayan mutilado ni despedazado con explosivos. Que no lo hayan quemado vivo y desaparecidas sus cenizas. Que su cuerpo no se encuentre en una fosa común aún desconocida. Que no lo hayan fusilado en simulacros ni arrojado vivo desde helicópteros en vuelo a la espesura de la selva o al fondo del mar.

Es bueno que no le hayan prohibido la visita y asistencia de sus abogados y médicos, que a sus familiares no los persigan ni intervengan sus teléfonos y comunicaciones privadas, que no los hostilicen y despidan de sus trabajos y que a sus hijas no las sometan a revisiones corporales vejatorias cuando van a visitarlo a la cárcel. Que no allanen su casa y se lleven sin orden judicial su biblioteca y enseres.

Es bueno, ingeniero Fujimori, que a usted no lo hayan llevado a una cárcel inhóspita ubicada en la cordillera de los andes a más de cuatro mil metros sobre el nivel del mar con temperaturas bajo cero, como la de Yanamayo. Que no lo hayan introducido en celdas subterráneas condenado por años al más absoluto aislamiento, con iluminación y ventilación deficientes, como las de la base naval del Callao. Que no lo tengan encerrado años en una celda durante veintitrés horas y media de cada día con media hora de salida al patio para estirar las piernas. Que pueda ver directamente y abrazar a sus hijos, familiares y amigos sin tener de por medio un locutorio con lunas y presencia policial. Que no le graben ni filmen sus visitas.

Es bueno que tenga ropa limpia y buena alimentación, en lugar de comer -en disputa con ratas y cucarachas- una fría y desagradable "paila" como la que reciben los presos en las cárceles del Perú. Que tenga buena cama para dormir y descansar y no una estrecha y fría litera de cemento. Que no requisen de su celda en forma ilegal sus pocas pertenencias personales.

Mejor dicho, ingeniero Fujimori, es bueno que a usted no le hayan hecho ni le hagan nada de las barbaridades que sus subordinados hicieron -cumpliendo sus "directivas" presidenciales- a miles de peruanas y peruanos y a otros ciudadanos extranjeros.

El actual gobierno le brinda todas las facilidades para que tenga un lugar de reclusión con juegos, entretenimientos, visitas las veinticuatro horas del día y otras gollerías. Tiene usted atención médica permanente con profesionales especializados que le practican, incluso, operaciones quirúrgicas en clínicas salvaguardando su salud. En buena hora. Sólo que ese trato no lo reciben los miles de presos peruanos y, por tanto, el principio constitucional y jurídico de igualdad ante la ley, no se cumple.

Se dice que usted es un anciano ex jefe de Estado y que, por eso, debe tener un trato especial (mejor dicho de privilegio). Los ancianos y dignatarios merecen respeto y consideración, efectivamente, pero no dicen que hay muchos presos con más edad que usted y que, como Presidente, pisoteó la Constitución, cerró el parlamento, intervino el poder judicial perpetrando un autogolpe de estado para imponer una dictadura cívico militar, que persiguió, secuestró, encarceló y asesinó a dirigentes políticos, sindicales, estudiantes y periodistas. Olvidan reconocer que usted se enriqueció ilícitamente mediante negociados. Que corrompió a funcionarios, jueces, y altos mandos de las fuerzas armadas y policiales. Que usted encabezó uno de los gobiernos más corruptos y asesinos de nuestra historia republicana. Prueba de ello es que muchos de los que fueron sus aliados incondicionales han sido sentenciados por la justicia y purgan en prisión altas condenas, como el que fuera presidente del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, el ex general del ejército, Nicolás Hermosa Ríos y su asesor y hombre de confianza, el ex capitán Vladimiro Montesinos.

Pero, pase lo que pase, ingeniero Fujimori, lo que importa es que ahora usted es un reo en cárcel, sentado en el banquillo, acusado de haber cometido horrendos crímenes de lesa humanidad. El país espera y desea que se expida una sentencia justa y ejemplarizadora. Si eso se logra, los peruanos habremos avanzado hacia el reencuentro con la dignidad, el honor y la ética. Así sea.

miércoles, 13 de agosto de 2008

ANUNCIO DEL LIBRO:GEORGETTE VALLEJO AL FIN DE LA BATALLA


El libro GEORGETTE VALLEJO AL FIN DE LA BATALLA, es una obra-homenaje que tiene por finalidad reivindicar la memoria de Georgette y valorar en su verdadera dimensión sus grandes esfuerzos pro-vallejiano en este Centenario de su Nacimiento.

Sin duda, gracias a Georgette conocemos al Vallejo personal, auténtico, fidedigno.

Su gran obra radica fundamentalmente en:
1)Protegió la monumental obra vallejiana aún a costa de su propia vida en plena II Guerra Mundial.
2)Difundió y defendió la vida y obra de César Vallejo durante toda su existencia, soportando el desden, vilipendio e injuria de muchos de los llamados "vallejistas", en especial del escritor español Juan Larrea a través de su "Aula Vallejo".
3)Cumplió con uno de los sueños del poeta como es descansar eternamente en el cementerio de Montparnasse en París.

Su gran amor por Vallejo lo llevó a venir tras sus huellas a nuestro país en el año 1951 y en 1952, visitó Santiago de Chuco, la tierra amada del poeta. Eligió el Perú como su epicentro de lucha, de batalla, en defensa de la memoria de su esposo.

En esta obra-homenaje encontraremos los pasajes más importantes de la vida y obra de esta gran mujer, que permitió que la humanidad conozca y valore en los últimos tiempos la singular poética de César Vallejo, encumbrado -para orgullo de todos los peruanos- como el poeta universal.



El libro GEORGETTE AL FIN DE LA BATALLA, cuenta con el prólogo y testimonio del reconocido vallejólogo peruano Max Silva Tuesta, quien fuera médico personal y amigo de gran importancia en la vida de Georgette en nuestro país, además, cuenta con el valioso testimonio de César Vallejo Ynfantes, sobrino carnal del poeta.

Espero que la presente obra permita reivindicar a Georgette Vallejo, paradigma de la mujer actual en el mundo.

¡Loor a Georgette Vallejo!

Miguel Pachas Almeyda.

PRECISIONES ANDRÉ COYNÉ II


Si Vallejo fue blanco de la crítica, no pudo ser menos con Georgette. Por ello considero imprescindible aclarar algunos aspectos vertidos por André Coyné:
1.- Dar a entender que Vallejo no trabajaba y que esporádicamente escribía a Variedades y El Comercio, me parece no ajustado a la realidad. Recordemos, Vallejo ─aparte de su crónicas─ trabajó en 1925 en el “Grands journaux Ibero-Americaine” y además, nunca dejó de escribir ni siquiera en los momentos difíciles de adaptación a la vida parisina. En España, la mayoría de sus obras fueron rechazadas por su contenido marxista, entonces se dedicó a realizar traducciones de Elevación de Henri Barbusse, La calle sin nombre y La yegua verde de Marcel Aymé.

En 1932, regresa a París y culmina Poemas Humanos y en su desesperación a causa de la guerra civil española, España, aparta de mí este cáliz. Finalmente, se desempeña como Maestro de lengua española, hasta que cae abatido por el misterioso microbio que acaba con su fructífera existencia.
Por su lado Georgette trabajó en el Conservatorio Nacional de Artes y Oficios de París como “dama verificadora temporal”. ¿Se puede pensar que Vallejo vivía a expensa de una herencia? ¿En cuánto valora Coyné la herencia de Georgette ─al que tuvo acceso tras la muerte de su madre en 1928─ que le permitió grandes viajes y le duró hasta 1930- 1931? (sic). Sólo puedo adelantar que no es una suma exorbitante como lo magnifica el estudioso francés.
2.- Que Vallejo era un borracho, es otra de las estigmatizaciones en la parte “humana” del poeta. Al respecto Georgette afirma que Vallejo era un asceta que envidiaría un monje. (Georgette Vallejo: “Como una estela de tu muerte” OIGA. Lima, 23 de abril de 1975); además, el propio Coyné en Aula Capulí manifestó que la bohemia de Vallejo “no tiene nada que ver con las bohemias ordinarias, eso no iba con Vallejo”. Entonces en que quedamos.
3.- Comete una equivocación al manifestar que en la tumba perpetua de la madre de Georgette, hay tres lugares, uno ocupado por la madre y otro por Vallejo…(sic), olvidando que Vallejo fue trasladado por Georgette desde el cementerio Montrouge al Montparnasse, en el año 1970, afirmando con la satisfacción del deber cumplido: “Después de 18 años, de una vida en Lima, sacrificada y de toda clase de privaciones, puedo cumplir con la voluntad de mi esposo”.
Actualmente a 24 años de la desaparición física de Georgette, todavía subsisten las acusaciones de que ha idealizado la vida del poeta, así como se le acusó de inventar el Vallejo político.

Al respecto Georgette afirma: “Me han acusado de atribuir falsa y abusivamente a Vallejo un papel político exagerado. Se puede leer, por ejemplo: “…la viuda del poeta confirma no pocas veces la participación de Vallejo en la militancia comunista entre 1929 y 1938. Sin embargo, nos preguntamos si Georgette de Vallejo no confunde o poetiza (sic) de un modo un tanto “romanesco” (sic) ─por los acostumbrados mecanismos del recuerdo─ la actividad militante del poeta”.

Ante tales incongruencias, Georgette enfatiza: “Entre Vallejo y yo, tácito era el acuerdo: no se pronunciaba nunca la palabra felicidad, personal o conyugal; vivíamos por y para la revolución mundial. Es para leer tal inepcia que Vallejo habría aniquilado tan anónimamente su vida y que, por mi parte ─disculpen─ he visto pasar toda mi existencia, de todo despojada y sin una hora de vida propia”. (Allá ellos…p, 44).

Afirma el señor Garay que “los investigadores (Coyné, en este caso particular) se apoyan en fuentes externas que tienen versiones diferentes…” ¿Fuentes externas?, se refiere acaso a Larrea, Ernesto More o Gonzalo More; aquellos “amigos” que tuvo Vallejo en Europa, a quienes el propio Vallejo refirió en sus notables versos: jamás olvides, que durante la misa no hay amigos, y cuánta reunión de amigos tontos.

Amistades que escribieron de Vallejo, que era un esquizofrénico, un borracho, un mendigo consuetudinario, un negador de la vida, un mujeriego, uno que murió sifilítico y tantas más que ya mi pluma se resiste a escribir. Lo mismo dijeron de Georgette: vesánica, explotadora de Vallejo, manipuladora de la obra de Vallejo y últimamente, viuda por vocación. (André Coyné en conferencia en el centro cultural Garcilaso de la cancillería “Georgette se creía predestinada a ser viuda” En: La República 23-05-08), etc., etc.
¿Es acaso conociendo estas falsedades que no son más que infundios que navegan por el ciberespacio, conocer el lado “humano” de Vallejo y Georgette?
En fin, parafraseando a Juan Gonzalo Rose, termino diciendo: “Ya no le tenéis miedo/ a César el Vallejo/ ya no le tenéis miedo a Georgettte del Vallejo, ya no guerrean, ya no sudan, ya no cantan…

PRECISIONES ANDRÉ COYNÉ I



En una de las últimas declaraciones del estudioso francés André Coyné (El Comercio 22 de junio 2008, p. 10-11)sobre Georgette y César Vallejo, comete una serie de imprecisiones, que según mis investigaciones, me veo obligado a aclarar.

Considero que Coyné al afirmar que la madre de Georgette era una cocotte, no hace más que vertir aspectos sin sustento alguno. La madre de Georgette, Marie Travers, era una costurera de renombre, actvidad en el que Georgette ayudaba desde niña. La prueba está em que existe un registro de 1921, en el Anuario de Comercio de París, donde se lee:Mme Travers, costurera, 19 rue Moliére, Paris 1.

Es falso que los manuscritos vallejianos hayan estado fuera de la casa o morada de lo vallejo.Al respecto Georgette escribe en Allá ellos p. 140: "apenas sepultado Vallejo, será Gonzalo More...quien viene a pedirme los originales...Sin la menor objeción le entrego a More, quien lo lleva sin recibo..."
Se demuestra que Georgette era poseedora de los originales de Vallejo y que jamás estuvieron fuera de casa.
Finalmente, considero que Coyné solamente está haciendo eco a las fuentes larreanas que tanto daño ha hecho a Vallejo y a su enigmática Georgette.

Miguel Pachas Almeyda, autor del libro-homenaje GEORGETTE AL FIN DE LA BATALLA pronto a publicarse.

Datos personales

Mi foto
Chincha Alta, 1962. Magister en Educación. Es autor de los libros Georgette Vallejo al fin de la batalla (2008) y César Vallejo y su América Hispana (2014).